El director de obra, Pablo Miquel, junto a Javier Ygarza, concejal de Seguridad Ciudadana, y a la alcaldesa de Dénia, han visitado y supervisado las obras que se están actualmente realizando en el túnel del castillo para restaurar las fisuras que pueden causar desprendimientos y que están cediendo a causa de la humedad. La bóveda estará cubierta por una malla de triple torsión, capaz de soportar más de 3.000 kilos por metro cuadrado evitando, de esta forma, que puedan caer piedras que hagan peligrar la seguridad de los transeúntes.Para asegurar que no existan futuros desprendimientos se ha hecho un chequeo de la bóveda del túnel con el fin de que “caigan las piedras susceptibles a desprenderse en un futuro” según explica Miquel. El túnel esta excavado sobre piedra caliza “un material bastante competente”-continua el director de obra-“pero que por el agua desarrolla cavidades y chimeneas que origina desprendimientos”.
“Es una solución más estética que otras medidas, conservando el aspecto natural del túnel” comenta Miquel. Dicha malla no se colocará en las paredes, ya que el peligro reside en los desprendimientos que pueda haber en la bóveda. En las zonas castificadas del túnel (zonas con cuevas donde pudiera haber desprendimientos de mayor dimensión), aparte de la malla se colocará una red de cable capaz de aguantar 15.000 kilos por metro cuadrado. En principio se va a evitar el hormigón ya que no respeta la estética de la cueva.
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